Las computadoras cuánticas prometen incrementar exponencialmente la velocidad de procesamiento de los ordenadores actuales. A fin de conseguirlo, para representar los datos de sus cálculos deberán usar el "espín", u orientación magnética, de electrones individuales.
Para utilizar el espín del electrón, las computadoras cuánticas necesitan tener un modo de cambiar el estado del espín (la función "escribir") y también una manera de medir ese cambio (la función "leer"), a fin de poder formar un qubit (el equivalente de un bit en un ordenador convencional).